Mi madre recibió por primera vez electroshocks a los 8 años y durante toda su vida ha atravesado diferentes diagnósticos y tratamientos de sufrimiento mental que ponían el foco de la cuestión, del problema, en ella. Ella y su locura. Ella como locura, como enferma, como enfermedad.
Este proyecto nace de una necesidad personal de investigar la locura como dispositivo histórico e investigar las formas de resistencia que emergen así como las diferentes estrategias que, de manera increíblemente creativa, se establecen para afrontar, escapar o transgredir la marca de la norma en sus cuerpos y así crear nuevos posibles; nace de un hartazgo de ver la locura tan estigmatizada como sublimada en el mundo del arte, despojada de la complejidad que arrastra y genera, y nace de la certeza de pensar que en un mundo distinto nuestra historia hubiese sido otra. Además, nace de la urgencia de pensar la locura y la depresión como una apuesta que hace el cuerpo por sobrevivir, por responder de la única manera que encuentra factible: la locura como grito ante la violencia.
Las preguntas, pues, que me guían para la pieza son ¿cómo identificamos y enunciamos la locura? ¿Cómo la politizamos? ¿Cuál es el rol de las instituciones? ¿Y del resto de la comunidad? Y, sobre todo, ¿Qué nuevas genealogías podemos crear juntas?
No siempre he podido abrir el proceso de investigar esta historia. Lo abro ahora porque lo necesito y porque ahora puedo.
En proceso de creación
Apoyos: Residencias La Caldera 2024 (Barcelona), Residencias La Poderosa 2024 (Barcelona), Residencias La Visiva 2024 (Barcelona), Espai Nyamnyam (Mieres), Editorial Disbauxa (Barcelona) y Ayudas a la creación 2024 del Ayuntamiento de Madrid
* Título de un texto del libro Agua dulce de Akwaeke Emezi